lunes, 7 de mayo de 2007

Cuando siguen los pasos,
cuatro a dos de distancia,
cada uno, cada cual,
se encuentran frente a frente
en el ocaso de sus miradas,
vale mucho la pena,
pero has mirado hacia adelante
temiendo que no haya pan para ti.
Caracol, metido en su casa
rastarero y feliz, no siente la sal,
quiere viajar en la espiral de su vida
donde no necesita ser
más que un bicho que lleva a cuestas
su sabia baba.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Se lee como una pluma o una cola, pero sorprende su claridad. Cheers

Profe Jóse dijo...

jajaja....quien es el maestro???? ajajajajja

austro-boy dijo...

"ésta es una propuesta hermética", diría la Susana, jaja

Roberto Moreano dijo...

Bien ah. Vaya ahi majo. Admiro a quie hace poesía

mi pseudonimo dijo...

es raro escribir y luego leer como te felicitan por hacer algo tan autodestructivo...quiza esto ya no lo leas... te amo